Domínico Nadal, NotiColombia Press*
Los ya casi partidos partiditos Liberal y Conservador en toda su historia han sido el trampolín para el lanzamiento de los Delfines al estrellato político. Recordemos por los lados de los godos a los Gómez, Ospina, Pastrana, y por los lados del liberal los López y demás.
Este nepotismo es desarrollado por los ”padres” de los dos partiditos porque ellos siempre han manejado el concepto de que sus partidos son de ellos y no de las bases que militan y hasta se mataban en nombre del Partido Liberal y en nombre del Partido Conservador. Era, desde luego, la utilización del pueblo para ellos aposentarse en el poder a nombre del pueblo y de la democracia, que de populares no tienen nada y de ”democrátas” ni el nombre.
En el momento actual, además, tienen ambos partidos una tremenda crisis por la carencia de cuadros que enrumben al país por otros senderos, y se han visto obligados a entregarles el poder, primero a los narco-paramilitares, y ahora a los gringos porque ellos ”ya no pueden”. En esa carencia de cuadro sobresale, claro está, uno que otro delfín, pero sobresalen por su inmensa mediocridad.
El caso del partidito Liberal es mucho más que dramático. El expresidente Gaviria, quién llegó a la presidencia porque un imberbe muchachito definió la suerte del Nuevo Liberalismo -eso de que los hijos de los padres son los que deciden por encima de las bases militantes-, y lo señaló como el sucesor de Luis Carlos Galán, dejando de lado a importantes figuras de ese movimiento, el cual una vez elegido se olvidó del Nuevo Liberalismo, hoy practica los mismos vicios.
El hijito Simón Gaviria -por ahí hay una canción-, del padre César Gaviria Trujillo, es uno de los delfines de los cuales se rodea el ”candidato” Pardo Rueda, para más adelante lanzarlo al estrellato. El otro delfín, Juan Manuel Galán, es el que señaló y definió a César Gaviria como candidato del Nuevo Liberalismo, y está siendo preparado para que sea sucesor de su padre, y así paga el ”favorcito” que le costó a los colombianos la implantación del neoliberalismo.
Por el lado de los partiditicos furibistas pues la cosa está peor. No hay nadie que se destaque, claro que el delfinato de los hijos de Uribhitler tiene características que es necesario resaltar. Dicen que hijo de tigre, tigrillo. En este caso sería ”hijo de rata, ratica”. Y la verdad es que para eso están preparando -y muy bien- a los herederos como quedó comprobado con el negociado de la zona franca de Mosquera (y Ecopetrol).
Sobresale sí, que la crisis de los partiditos narco-para-oligarquicos, es decir, liberal, consevador y furibistas, están en un estado de agonía que los llevará a la extinción total. Es natural por cuanto una vez colapsa el sistema que desarrollan y que los amamanta, su muerte es inminente, cuestión de horas. Naturalmente que es momento de recordar las enseñanzas del marxismo: ”El capitalismo produce la clase que será su enterrador”. Ya ustedes saben a lo que me refiero. Y ello será así a pesar de los delfines...
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