El gato con botas


domingo, 24 de agosto de 2008

Hoy quiero compartirles del 'gato con botas' de la carrera séptima de Bogotá y el apiñamiento de sus colosales heces pútridas.











ANNCOL

"El gato con botas es un cuento popular europeo, recopilado en 1697 por Charles Perrault en su Cuentos de mamá ganso (Contes de ma mère l'Oye) como El gato maestro y anteriormente en 1634 por Giambattista Basile como Cagliuso", nos dice Wikipedia.

Pero no es de ese gato que quiero hablarles. Es del gato que habita en la carrera séptima en Bogotá. Que al no haber tierra en donde enterrar sus excrementos ha inundado con sus heces fecales las alfombras y los pisos del Palacio de Nariño. Y como en el cuento este gato es un usurpador.

Ha usurpado la presidencia haciéndose elegir y re-elegir fraudulentamente. Y sigue mandando -de facto- y hace cantidad de triquiñuelas para que la verdad no se descubra. Pero se descubre. De eso no tenga la menor duda. Se descubrió la narco-para-política uribista. Se descubrió la yidis-política y su co-hecho. Se descubrieron los 'falsos positivos' de JuanMag-gne Santos. Se descubren -cada vez más- las relaciones insospechadas -según ellos- de algunos de la oligarquía con la mafia, que en el fondo son lo mismo. Oligarquía-mafiosa o mafia-oligárquica son perros con la misma guasca.

Y la caca trata de esparcirla para que todo el mundo quede impregnado de tan nauseabunda y olorosa feces. Se descubrió que Guillermo Valencia Cossio -hermanitititico del ministerior Fabio Valencia Cossio-, hace negocios mafiosos con un señor de apellido Sierra -¿no será de los 'Sierras' de la linea paterna de Uribhitler?-, y la caca hedionda es tirada a la Fiscalía de Medellín por su corrupción porque ya sus narices sensibles no soportan el olor. Daniel Coronell es culpable de la caca hedionda de la yidis-política. La oposición es culpable de la enorme cagada de su incompetencia para adelantar el Intercambio y la Paz y por ellos les ordena a la Corte Suprema que tiene que investigar la farc-política. Y así siguen, de cagada en cagada que les produce una anosmia monumental.

En fin, es tal la cantidad de caca que producen que alcanza para contaminar a las otras ramas del poder. Al legislativo -gatuno como es él- y a la Justicia que demuestra cuán corrompidos están y por ahora, no sabemos hasta cuando y si seguirá mostrándose impoluta, la única que se escapa es la Corte Suprema. Y ni se diga del estamento militar con sus desapariciones, masacres, asesinatos selectivos, desplazamientos, y narcotráfico.

Y como está de partida -ya se lo notificó el New York Times- seguirá haciendo cagada tras cagada para salir con los bolsillos llenos y su imágen -cree él- en un 90% de pupularidad. Pero ya las cosas se le están poniendo de 'color hormiga'. Ya la Corte Penal Internacional le tiene el ojo puesto, quién sabe por orden de quién (Adivina adivinador). Ya el pueblo está discutiendo sus propuestas para construir un Nuevo Gobierno que nos lleve a la Nueva Colombia.



DN