Uno, dos y tres… yo miento otra vez. La crisis de la mentira
martes, 29 de abril de 2008
El régimen narco-paramilitar está acostumbrado a mentir y a vivir en el estercolero de la mentira. Siempre ha aplicado la máxime hitleriana de ‘miente, miente, que una mentira a fuerza de repetirse se convierte en verdad’.
Por ANNCOL
Las mentiras han estado siempre presentes en la acción del régimen. Desde su época de gobernador de Antioquia. Contubernio impúdico con el paramilitarismo, porque ya él era narcotraficante. Y los casos siguen. En lo que llaman ‘el uno’, en el año 2002, su elección fue realmente fraudulenta. Ya está claro el papel de los narco-paramilitares, de “Jorge 40” y Jorge Aurelio Noguera Cotes en la elección del 2002, incluida parranda vallenata (Ay, hombre!).
El ‘dos’ fue en el 2006. Ya se ha visto el fraude electoral con la participación nuevamente de los narco-paramilitares, los ‘socios’ estratégicos del régimen. Pero para poder hacer el ‘dos’ tuvo que reformar un ‘articulito’ de la Constitución. Y ya Yidis ha dicho ‘la verdad, sólo la verdad’. Y hoy continuará con su acto de contricción.
Y ahora pretenden hacer ‘el tres’. Un nuevo número de corrupción. Tiene que reformar –otra vez!- la Constitución. Y para ello ya tienen preparado los 'testaferros' para que lo hagan. No importa que el régimen narco-paramilitar esté inmenso en el mayor desprestigio que régimen alguno haya presentado. Está ‘chapotando’ en su propio estiércol. Y no se lo puede quitar de encima por mucho que lo intenta.
Pero aún así siguen los ‘Babas’ Pretelt de la Vega diciendo sandeces con un dejo de orgullo como si hubieran dicho una frase para la posteridad. “La verdad no causa crisis”, dijo. Y lo dice con tremendo desparpajo. Evidentemente que depende de qué verdad. La verdad verdadera es inofensiva. Pero la verdad para los mafiosos, narcotraficantes y paramilitares es como ‘la cruz para el demonio’. Cuando la verdad se les dice es como decirle 'al demonio': Vade retro, Satanás!
Porque en Colombia estamos viviendo lo que nosotros llamamos la crisis de la mentira. Porque son las mentiras de un régimen narco-paramilitar las que tienen naufragando el buque estatal. El legislativo tiene a 67 parlamentarios encartados por la Corte, 31 de ellos están ‘picoteando’ en La Picota (aunque uno de ellos dijo que ‘no pagaría ni un día de cárcel, pero ya lleva una semana). El ejecutivo está también inmerso en su propio estercolero. Todo el mundo está conociendo que tan ‘impoluto’ es el régimen narco-paramilitar. Y por qué hiede tan feo, que ya hasta a España llega.
Y nuevas y más radicales condenas de las ONGs de derechos humanos por las persistentes violaciones de los derechos humanos de los colombianos cometidas por las fuerzas militares-narcoparamilitares del estado. Igualmente el asesinato silencioso de los colombianos por hambre que lleva a desnutrición y de allí a la muerte solo hay un paso. Hoy le decimos a ese régimen que está dando sus últimos respiros:
Uno, dos y tres… el régimen uribiano miente otra vez!
Uno, dos y tres… el régimen se va a caer!
Uno, dos y tres… a ‘La Picota’, todos de una vez!
DN
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martes, 29 de abril de 2008
El régimen narco-paramilitar está acostumbrado a mentir y a vivir en el estercolero de la mentira. Siempre ha aplicado la máxime hitleriana de ‘miente, miente, que una mentira a fuerza de repetirse se convierte en verdad’.
Por ANNCOL
Las mentiras han estado siempre presentes en la acción del régimen. Desde su época de gobernador de Antioquia. Contubernio impúdico con el paramilitarismo, porque ya él era narcotraficante. Y los casos siguen. En lo que llaman ‘el uno’, en el año 2002, su elección fue realmente fraudulenta. Ya está claro el papel de los narco-paramilitares, de “Jorge 40” y Jorge Aurelio Noguera Cotes en la elección del 2002, incluida parranda vallenata (Ay, hombre!).
El ‘dos’ fue en el 2006. Ya se ha visto el fraude electoral con la participación nuevamente de los narco-paramilitares, los ‘socios’ estratégicos del régimen. Pero para poder hacer el ‘dos’ tuvo que reformar un ‘articulito’ de la Constitución. Y ya Yidis ha dicho ‘la verdad, sólo la verdad’. Y hoy continuará con su acto de contricción.
Y ahora pretenden hacer ‘el tres’. Un nuevo número de corrupción. Tiene que reformar –otra vez!- la Constitución. Y para ello ya tienen preparado los 'testaferros' para que lo hagan. No importa que el régimen narco-paramilitar esté inmenso en el mayor desprestigio que régimen alguno haya presentado. Está ‘chapotando’ en su propio estiércol. Y no se lo puede quitar de encima por mucho que lo intenta.
Pero aún así siguen los ‘Babas’ Pretelt de la Vega diciendo sandeces con un dejo de orgullo como si hubieran dicho una frase para la posteridad. “La verdad no causa crisis”, dijo. Y lo dice con tremendo desparpajo. Evidentemente que depende de qué verdad. La verdad verdadera es inofensiva. Pero la verdad para los mafiosos, narcotraficantes y paramilitares es como ‘la cruz para el demonio’. Cuando la verdad se les dice es como decirle 'al demonio': Vade retro, Satanás!
Porque en Colombia estamos viviendo lo que nosotros llamamos la crisis de la mentira. Porque son las mentiras de un régimen narco-paramilitar las que tienen naufragando el buque estatal. El legislativo tiene a 67 parlamentarios encartados por la Corte, 31 de ellos están ‘picoteando’ en La Picota (aunque uno de ellos dijo que ‘no pagaría ni un día de cárcel, pero ya lleva una semana). El ejecutivo está también inmerso en su propio estercolero. Todo el mundo está conociendo que tan ‘impoluto’ es el régimen narco-paramilitar. Y por qué hiede tan feo, que ya hasta a España llega.
Y nuevas y más radicales condenas de las ONGs de derechos humanos por las persistentes violaciones de los derechos humanos de los colombianos cometidas por las fuerzas militares-narcoparamilitares del estado. Igualmente el asesinato silencioso de los colombianos por hambre que lleva a desnutrición y de allí a la muerte solo hay un paso. Hoy le decimos a ese régimen que está dando sus últimos respiros:
Uno, dos y tres… el régimen uribiano miente otra vez!
Uno, dos y tres… el régimen se va a caer!
Uno, dos y tres… a ‘La Picota’, todos de una vez!
DN
